Una vez que se programa la carga, valga la redundancia, se procede a realizar una carga y un disparo al aire o purga para recolectar ese material, dejar enfriar y, de esta manera, pesarlo.
Así pues, el valor programado dará como resultado el peso equivalente al producto que se desea inyectar.
Estos valores son solamente una referencia, no significa que, con éstos, el producto saldrá completo y bien terminado, puesto que se deben considerar otros parámetros como el cojín de inyección y tal vez la contra presión para homogenizar el tono del producto, entre otros.
Sin embargo, calcular el peso será siempre una buena referencia del material que se necesita, pues, además de proteger al molde de ser sobre empacado, con estos valores no se generará tanto desperdicio en las pruebas de llenado de la pieza.
Una vez que se programa el valor de carga o del peso del disparo, y se confirma que es cercano al peso del producto, entonces se puede hacer una prueba inyectando en el molde.
En este sentido, hay que buscar que las piezas se encuentren completas y dependiendo del acabado de la pieza, continuar con los ajustes necesarios para tener una pieza bien definida y que cumpla con la calidad que requiere.
Una vez que se ajuste la máquina en su totalidad, se puede empezar con la producción.